Entre risas y reflexiones, el pasado jueves 8 de febrero la biblioteca Boris Bunimov de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Central de Venezuela (FCJP-UCV) fue sitio de encuentro para recibir la visita del humorista y egresado de esta facultad, Laureano Márquez, quien brindó una charla magistral sobre humor y política, y contó con la compañía del rector de la universidad, Dr. Víctor Rago, así como del decano Juan Carlos Apitz.

Al inicio de la actividad, la máxima autoridad del recinto ofreció unas palabras de bienvenida y agradeció el espacio compartido, donde además contó con la presencia de otras autoridades y profesores destacados de la universidad, quienes coincidieron años atrás con el humorista en las aulas de clase.

Ya en materia, Laureano Márquez inició su ponencia con una serie de conceptos sobre el humor, citando algunos personajes que han marcado en su amplia carrera y le han permitido establecer una definición de lo que significa esta herramienta comunicacional.

Sobre el humor, Laureano expresó que “no es algo de lo que se pueda hablar en serio porque hablar en serio del humor es hablar en un código distinto a lo que él mismo se expresa, pero si no se hace, la gente podría pensar que no es algo serio porque no se puede hablar seriamente de él”.

Entre sus citados, mencionó al filósofo francés Henri Bergson, a quien hizo referencia sobre su concepto de la risa, donde destaca que esta tiene una significación social y está directamente conectada con la sociedad en sí.

También hizo mención del escritor venezolano José Rafael Pocaterra, cuando en un momento de su vida, estando privado de libertad, refirió al humor como una forma de burlarse de aquellos a quienes se puede llegar a odiar de no ser por el lenguaje del humor. “…Bendigamos la risa que nos permite burlarnos de los malos y de los imbéciles y a quienes, sin ella, tendríamos la debilidad de odiar” citó el humorista sobre Pocaterra.

Otro a quien hizo mención fue al escritor y humorista venezolano, Aquiles Nazoa, de quien tomó las siguientes palabras: “Ya se sabe que el humorista es un hombre de actitud subversiva frente al mundo… El humor hace pensar, hace provocar el pensamiento analítico, el humor es una manera de hacer pensar sin que el que piensa se dé cuenta de que está pensando”.

En cuanto al humor como una forma de expresar el dolor, Márquez señaló que puede considerarse un antídoto contra la violencia o un signo de tolerancia. “Buena parte del humor surge del dolor; se transforma en humor para sobrellevarlo, para analizarlo y para transformar la vida”.

Sin embargo, hizo una aclaración en cuanto a la burla frente al humor, donde subrayó una diferencia significativa entre una y otra. Sobre la burla, explicó que esta tiene como finalidad herir, mientas que el humo, por el contrario, es de carácter liberador.

“La burla casi siempre se da del opresor al oprimido, es muy difícil que haya humor en este mismo sentido. Por eso muchos políticos usan la burla como mecanismo de opresión”.

En este sentido, dio ejemplos a lo largo de la historia, donde la política ha utilizado la burla como mecanismo de opresión y cómo el humor ha sido objeto de represión hacia quien lo hace, dado su nivel de poder frente a la sociedad, pudiendo desencadenar en incredulidad hacia los regímenes políticos.

Finalmente, el también politólogo enfatizó que el humor promueve la tolerancia y siempre genera un ambiente de análisis. “El humor cumple un papel liberador de las tensiones políticas de un determinado momento; refleja la expectativa de una sociedad frente a sus conductores políticos. Expresa la confrontación entre el ingenio social y el poder político. El humor constituye un termómetro de la percepción que la sociedad tiene de los fenómenos políticos y cómo la afectan y qué cosas le irritan”.